Betina La Plante: Miradas intensas en Blanco y Negro

( Fuente Xatakafoto.com)

Betina dejó muy pronto Argentina, a la edad de 8 años, para ir con su familia a Europa. Algo más tarde en la Art Foundation de Londres inició sus estudios artísticos terminando estudiando Arte Dramático en Roma. Antes de volver a Londres trabajó en la televisión y en la producción durante varios años. Actualmente vive en Ojai, una pequeña población californiana, a unos 100 km de Los Ángeles. Casada con el escritor Richard La Plante, se define como madre a tiempo completo y fotógrafa ocasional. Comenzó a tomar más en serio la fotografía tras un encuentro a través de unos amigos con el gran Elliott Erwitt mientras vivía en East Hampton, Nueva York. Con experiencia en eventos, bodas, localizaciones, fotografía de castings para cine pero apasionada con el retrato. Los resultados de una sesión con el actor Terence Stamp, le proporcionó el impulso necesario comenzar en serio.

Terence Stamp

XATAKA FOTO: Bienvenida Betina. Es un placer tenerte por Xatakafoto.com. Hace unas meses te descubrí a través de 500px.com y desde entonces voy esperando a ver con qué nos sopréndes en cada nueva foto.

BETINA LA PLANTE: Gracias, Alfonso. Es un honor.

Un susurro en cada mirada. Eso es lo que me sugieren tus fotografías: intensidad suave, aunque parezca contradictorio ¿Cuál es tu secreto?

Lo único que intento siempre que es posible es conocer a la persona que estoy fotografiando tanto como me lo permita el tiempo, especialmente si no nos conocemos de antes. Creo que los mejores retratos llegan cuando la persona se encuentra cómoda en tu presencia, así como delante de la cámara. Esos les facilita que se relajen denlante del objetivo. El tiempo antes de las fotos es igual de importante que el tiempo durante las fotos. A veces ocurren momentos unesperados, imposibles de describir, y son esos los que merecen la pena fotografiarlos pues son los que dicen más de la persona. Esos momentos facilitan capturar la esencia del retratado.

¿Qué crees que te ha aportado como fotógrafa el haber vivido en varios países?

He vivido, sí, en diferentes países y hogares desde que era muy pequeña lo cual me ha facilitado la posibilidad de adaptarme muy fácilmente a diferentes culturas, gente distinta, distintos idiomas y diferentes actitudes. Creo que por eso despierto cierta curiosidad en la gente. Supongo también porque tengo bastante habilidad para conectar con quien sea (sin importar su modo de vida) y eso me ayuda mucho a la hora de realizar los retratos. Todo se basa en esa conexión.

En 2009 fuiste finalista en varias secciones del Photographer of the Year 2009, también hace poco el reconocimiento ha llegado desde National Geographic. ¿Qué supone el alcanzar un reconocimiento de ese tipo?

Es excitante y sorprendente. En 2009 acaba de comprar mi primera cámara digital. Yo había trabajado mucho con carrete pero cuando me mudé a California ya no tenía la posibilidad de tener un cuarto oscuro. la fotografía siempre había sido un hobby algo caro pero de repente me vi gastando menos en revelados e impresiones. La fotografía digital me abrió la puerta para seguir realizándome y no tener “un agujero grande en el banco”. La inmediatez de los resultados resultaba muy atractiva.

Así que me armé con mi nueva Nikon D300 y un 50mm f/1.4 y le pregunté a Terence Stamp, que vivía cerca de mí (entonces), si posaría para mí. Uno de aquellos retratos recibió una mención de honor en la categoría de retratos así como otras tres imágenes de mis hijos. Aquel reconocimiento me impulsó a realizar otros retratos más allá de mi familia y amigos. Así, este año han llegado tres menciones dentro la competición que organiza National Geographic. Evidentemente esto te agranda el ego, el que tus imágenes tengan ese reconocimiento.

Precisamente Terence Stamp ha tenido gran influencia en el desarrollo de tu fotografía. Es una historia algo casual, ¿cómo fue y cómo es ahora?

Él (Terence Stamp) lo comenzó todo. Ha sido un amigo muy cercano de mi familia durante muchísimos años, tanto que es el padrino de mis hijos. Supongo que jamás lo había visto como actor, sino como un amigo, como Terence. No me surgió la idea de hacerle un retrato hasta que lo comenté con un amigo de Flickr que me vino a decir que estaba perdiendo una gran oportunidad teniendo en mi casa un icono del cine. Eso fue en el 2009 y dio pie a lo que os contaba antes. Desde entonces siempre que viene a casa hacemos una pequeña sesión.

Siempre se trata de hacer algo casual y, a veces, hasta el último minuto (literalmente agarro la cámara y la suelto cuando nos deja en el aeropuerto). Nunca planeamos lo que vamos a hacer, lo hacemos según surge. La última imagen que tengo suya, sujetando una media fotografía suya de hace años sobre el resto de su cara, creo que es lo único que he planeado con tiempo. Mientras estaba haciendo su equipaje para irse a rodar a Canadá, imprimí varias fotografías a distintos tamaños y probamos a hacer esa “foto” hasta que quedó bien. Hicimos 10 tomas y la novena es la que salió genial. Me pareció algo divertido y seguro que haremos algo más en esa línea.

Ahora vives “cerca” Los Ángeles, ¿qué supone esto para ti como fotógrafa?

Bueno, son 100 km al norte por lo que no me afecta mucho la ciudad de Los Ángeles. Pero sí el entorno donde vivo. Es bellísimo y muchísima gente creativa de todo tipo vive aquí. Pero en términos de fotografía los proyectos son algo limitados. Me gustaría volver a Europa, pero ahora no. Cuando mis hijos crezcan.

Fotógrafa, pero siempre antes madre …

Siempre. Mis hijos son lo primero. Ser padre/madre es una gran responsabilidad y es para mí el trabajo más importante que puedo tener, por lo que lo priorizo al resto de mis trabajos. Una vez que ellos sean independientes mi idea es poder volcarme de lleno en la Fotografía.

Entonces cuando seas mayor querrías ser …

Pues espero que pueda continuar tomando fotografías de gente que me pueda interesar, gente que emocione y sea conocida. Y si eso puede darme algo de dinero, bienvenido sea, pero no es lo principal.

¿Qué equipo utilizas habitualmente para tus retratos? ¿Cómo logras esos Blancos y Negros tan contrastados y llenos de vida?

En cuanto a digital uso una Nikon D300 con los siguientes objetivos Nikkor 14-24mm f/2.8, 50mm f/1.4, 80mm f/1.4, 105mm f/2.8, 70-200mm f/2.8. Acabo de comprarme una Canon 7D y ando en proceso de compra de objetivos para ella. Y en cuanto se refiere a analógicas cuento con una Nikon F100, una Nikon FM2 y una Hasselblad 503cw.

Pienso que la clave para obtener buenas fotografías en Blanco y Negro está en la correcta exposición y el ajuste del equilibrio de blancos. Para mí la clave casi siempre está en esto último. La calidad está en la imagen tomada, no en el post-procesado. Es importante, para mí, visualizar la imagen antes de tomarla, lo cual por otro lado, me ayuda enormemente a la hora de procesala. En palabras de Elliott Erwiit, “Me gustan las cosas reales, elegantes, bien presentadas y sin demasiado estilo. En otras palabras, una buena observación”.

¿Porqué el formato cuadrado? Supongo que de de tus tiempos con la Hasselblad...

Siempre me ha gustado. Probablemente desde que disparaba con la Hasselblad. Para mí estéticamente es el formato ideal de los retratos. Así que cuando pasé a digital, forcé ese hábito para poder recortar las imágenes. Pero siempre con el RAW conservo el formato original y tiendo a encuadrar siempre para hacer ese recorte.

Muchas gracias Betina, ha sido un placer contar contigo para Xataka Foto. Te deseamos lo mejor.

Gracias a vosotros por esta gran oportunidad. Fue un auténtico placer.

Hasta aquí hemos llegado con esta entrevista fruto de la pasión, la sinceridad y la intensidad de las imágenes de Betina La Plante. Una argentina del mundo, igual de intensa como madre que como fotógrafa y que nos ha recordado eso que muchas veces comentamos: El don está en la mirada del fotógrafo.